1991

La segunda edición del Rock in Río Brasil transformó el más grande estadio de fútbol del mundo –el Maracaná– en una gigantesca nave espacial: tres mil reflectores iluminaron el estadio, de los cuales 480 eran faroles de avión estratégicamente posicionados en la cobertura. El segundo Rock in Río no terminó sin cobrar un récord. El más grande público pagador de un show hasta entonces había sido de la banda A-ha, el día 26 de enero, dentro del festival. Nada menos que 198 mil personas. Pasaron por la Ciudad del Rock 700 mil personas en 9 días de festival.