Después de 10 años fuera, el festival volvió a Río de Janeiro en 2011 para quedarse. El público brasileño esperó por eso durante una década y 700 mil ingresos se agotaron en solo 4 días.
Dos momentos especiales marcaron esa edición. Uno de ellos fue el concierto en tributo al grupo Legião Urbana, que contó con la presencia de exintegrantes de la banda y, también, con otros artistas de peso. La presentación fue embalada por los músicos de la Orquesta Sinfónica Brasileña, que hizo que miles de personas se emocionaran en el Escenario Mundo. Otro momento importante fue a creación de la Rock Street, un espacio que privilegió otros estilos musicales como el blues y el jazz. La inspiración vino del clima de la ciudad de Nueva Orleans, con toda su musicalidad y bohemia.
